Notas - Horizontes de Indiferencia III

RAJAR en busca de la ENTRAÑA.

¡Qué aflore con sangre a borbotones!.

Se dice que cuando LA SANGRE QUE SANGRA es violácea, de rojos casi negros, es malo. Supongo que entonces tú vida se va en busca de completar su totalidad original – la muerte – desde la ENTRAÑA. En ese negro brillante se encuentra el misterio hecho materia de la esencia humana; viscosa, grumosa y de olores únicos: óxidos rancios que me recuerdan aquello “de la última de la muertes, la de los materiales”.

La sangre también es material.

RAJAR, como el gesto iluso de BÚSQUEDA simulada. ¿Qué hay debajo de mis planteamientos desde una estética propia, una inteligibilidad cada día más propia, por lo tanto, lejos del SIGNIFICADO?

Rajando encontraré la ENTRAÑA que me devolverá la vibración, la mutación y el cambio desde mis límites.

El equilibrio es delicado. Ante las propuestas conceptuales, de discursos pertrechados, la ENTRAÑA se revela urgente, necesaria. Es ante las propuestas de la emoción y solo por emoción que devienen procesos de pura, e insuficiente, adición sin referencias más allá de “uno”. Y la ENTRAÑA, a pesar de sus orígenes en la condición compartida, a de apoyarse en los imaginarios universales para buscar puentes y alejarse de los lenguajes automáticos de la fuerza por la fuerza.

Comunicar. La ENTRAÑA; ¿A de comunicar?, ¿lo expresado ha de albergar, siempre, una voluntad por comunicar? Si no lo es, es simplemente un monólogo con uno mismo, una expresión de ida sin vuelta (sin “otros”), por lo tanto, sin OPOSICIÓN … Lógicas del vacío, del voyeur, del Hyper-individuo sin referencias: YO – SOLO – YO.

¿Soy un Hyper-individuo? Yo soy mi propio laberinto en perpetua mutación, mi propio indiferencia que ha de ser combatida con ENTRAÑA.

AUSENTE. ¿Mis entrañas han DESAPARECIDO? En ellas reside lo único que podría comulgar con el sin sentido del AFUERA. Es crucial para mi relación conmigo mismo, con el sin sentido. Justifico, relativizo, racionalizo y comprendo aunque no comparta … ¿ Es esto comprensión, tolerancia, o simplemente INDIFERNCIA ?

LA ENTRAÑA ES PROPIA DE LA / MI IDENTIDAD.

Si no se quién soy. ¿Cómo tener ENTRAÑA?

¿Es mi SANGRE, NEGRA brillante? No se ve NADA A TRAVÉS. No soy translúcido, y menos transparente; soy OPACO de negra bilis, del misterio que me tragará en LA CAÍDA.

RAJAR BUSCANDO LA ENTRAÑA // INTENTAR REPARAR LA AUTOLESIÓN CON CAPAS DE PINTURA // CICATRICES QUE SALEN SIN IMPORTAR LAS PASADAS DE BROCHA // MI VIDA/MUERTE ES UN CUADRO ABOTARGADO; ALLÍ, AQUÍ, NO PUEDO MOVERME, NO PUEDO SER SINO SOLO LAS MARCAS QUE YA ME MOSTRARON EL TONO NEGRO DE LA/MI SANGRE.

LA ESENCIA AZUL SE AGOTA … MI VOLUNTAD DE DESTENSA.